Siquiera existe un nosotros? Fue todo parte de mi imaginación? Y asi pasa otro dia de mi vida, a la madrugada, haciendome esa pregunta que siempre termina sin respuesta. La taza de chocolate caliente que preparaba mi abuela hacía todo peor. Mi cabeza contra la pared y mis lagrimas que caían en zig-zag contra el suelo. Mis manos temblando, sosteniendo una carta con ni siquiera un decimo de lo que hay en mi cabeza. La tiré y salí corriendo. Mi maleta se me hacía a cada paso mas pesada. La estrella que ilumina de dia se estaba apagando y era la hora de que los niños dejasen de jugar. ;- Bienvenida al mundo de los adultos, Escar.; No quería admitir la realidad que pasaba ante mis ojos. No tenía ninguna mentira a la que aferarme, y tampoco nadie a quien mentir...